domingo, 29 de julio de 2007

René Favaloro retrato de un Grande


A 7 años de su fallecimientos los dejamos con una entrevista realizada por Nicolás Angel Florio - Departamento de Prensa - UNRC


-¿Doctor, ve una sociedad cuya moral está hipotecada por la corrupción?
Sin ninguna duda; el problema es mucho más complejo. Nosotros vivimos en una sociedad que ha traído todo este cambio de la globalización, de la competitividad, de la desregulación, y no digo que esto no ha traído cosas positivas. Nosotros no podemos negar el cambio trascendente en nuestro país. Haber terminado con la inflación lo reconoce todo el mundo; haber aumentado el PBI también. Ahora, también hay otro enfoque. En todo el mundo hay graves problemas sociales; eso resulta de solo leer el Programa de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas. El mundo globalizado ha traído como primera consecuencia que cada vez hay más pobres y los ricos son cada vez más ricos. Es decir, si uno analiza las estadísticas globales, no sólo de la Argentina, un 10 a un 20 por ciento de la población, que son los más ricos, son los que se quedan con la mayoría de lo que se produce, y el resto está perjudicado. A esto nos ha llevado la famosa sociedad de la globalización. Un ejemplo de esto es Estados Unidos donde la cantidad de multimillonarios es cada vez mayor, pero es un país que tiene 45 millones de pobres que no tienen ninguna protección de su salud. En Nueva York hay por lo menos 100 ó 120 mil personas que no tienen dónde ir a dormir; es decir, cuidado, que este progreso que trajo esta bendita globalización ha llevado a un gran desajuste social. Esto lo dice el Papa, no lo digo yo. Hay un discurso de abril pasado que parece escrito por Karl Marx. En realidad lo que hace el Papa es llamar la atención de este desajuste social, entonces hay que tener conciencia de que este mundo del neoliberalismo, al que yo llamo a veces neofeudalismo por sus características económicas, hace que cada vez haya más pobres desamparados, y esto a mí no me gusta.
-¿Le falta una línea ética a este crecimiento?
Efectivamente, le falta sentido ético; eso es lo que el Papa remarca a cada rato. Falta un sentido ético, no tengo ninguna duda.
-¿A los jóvenes no les falta modelos en esta sociedad?
Tampoco hay duda, pero ellos no tienen la culpa. La culpa es de nosotros como decía Don “Ata”; es decir, esta sociedad maneja valores que son el poder, el tener plata y el placer. Eso es lo que estamos vendiendo, por ejemplo, a través de la televisión; es decir, de esta televisión bastarda que estamos recibiendo para los jóvenes, que les vende plata, plata y más plata, y no hay programa que no se maneje con ella y también con la violencia. El interrogante es qué hacemos con tener una buena escuela, una buena universidad, si el chico vive frente al televisor todo el día. Hay que hablarle a los jóvenes; ellos necesitan escucharnos. Hay que hacer algo también para modificar el mensaje de ese monstruo que es la televisión, y cuidado que este no es un problema exclusivamente argentino, es un problema del chico de Nueva York como el de San Martín de los Andes, que hasta son parecidos y que en este marco de culturalización carecen de modelos y de utopías.
-Usted ha sido receptor de varias candidaturas políticas, ¿por qué nunca aceptó?, ¿temió ser usado por la política?
Las ofertas han provenido de todos lados, y no es que yo no quiera participar; lo que me canso de decir es que si me van a utilizar, utilícenme en lo que sé o en lo que sirvo; para implementar un plan de salud o educación, pero aclaro, nunca tuve aspiraciones políticas de ninguna naturaleza. Es decir, no es que no participe, al contrario, creo que todos estos temas de los que hemos hablado es hacer una alta política, y esta ha sido mi conducta. Siempre estuve comprometido, pero no me siento en la política partidista porque creo que no voy a funcionar. A los políticos, dicho sea de paso, hay que llamarles la atención; sin distinción, están demasiado ocupados en lo coyuntural. Hay que ponerse por encima de los partidos, buscar el consenso, para definir los grandes lineamientos estructurales de la sociedad.
-¿Qué piensa de la salud pública?
No hay un plan de salud pública, hay que elaborarlo, hay que sentarse a hacerlo. Una sociedad sana es la base de un desarrollo armónico, con futuro, y con la educación son dos pilares básicos para una sociedad.
-¿Cómo ve la Universidad?
Está enferma porque el presupuesto es insuficiente, carece del número de docentes adecuados, la proporción de docentes y de auxiliares con dedicación exclusiva es insuficiente, pero por el contrario está atestada de estudiantes. Las clases de menores recursos siguen siendo minoritarias en la universidad. Como resultado final, los profesionales no están capacitados para desempeñar sus funciones con responsabilidad y eficiencia. Esta universidad tan defendida por los estudiantes y los centros de estudiantes no es para la gente pobre y los hijos de trabajadores.
-El papel de la universidad en el desarrollo del país...
La universidad debe contribuir a ese desarrollo, pero sin ciencias básicas no hay futuro. Esto es algo difícil de hacerlo entender a los comerciantes, a los industriales u otros que disponen del dinero.
-¿Qué lo marcó en su vida profesional?
Me marcaron doce años de médico rural; a veces voy a Alemania o a Polonia a congresos internacionales y cuando me preguntan qué es lo más importante que he hecho en mi vida, piensan que voy a decir que los diez años que estuve en Estados Unidos perfeccionando una técnica cardiovascular. Yo les digo que fueron los años de médico rural donde conviví con el dolor de una comunidad en una zona pobre del país. Allí es donde realmente el médico es de cabecera pues charla y conoce a su paciente.

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